Agua de Deshielo, un Tesoro que Cuidamos: Sostenibilidad
Para irrigar nuestros viñedos contamos con la pureza del agua de deshielo que llega desde la Cordillera de los Andes. Aunque este año las intensas nevadas prometen una mejor provisión que la habitual, se trata de un recurso precioso usualmente muy escaso y regulado en su utilización en la provincia de Mendoza. Sabemos valorarlo, por lo que su cuidado se ha convertido en uno de nuestros principales objetivos de sustentabilidad y en la labor de concientización dentro de nuestro equipo de trabajo.
Este aprecio se traduce en pautas específicas que permiten medir y reducir su consumo para, de esta manera, lograr una vitivinicultura acorde con el cuidado del medio ambiente.
Nos sabemos parte de un lugar privilegiado, de un entorno que nos premia con paisajes únicos, recursos superiores y una naturaleza exultante. Nuestro desafío es día a día lograr productos de la más alta calidad y, a la vez, cuidar el medio y los recursos que nos permiten elaborarlos.
En este camino hemos tenido logros y, apoyados en criterios científicos, hemos avanzado en la disminución del consumo de agua. Nuestros ingenieros agrónomos trabajan bajo la premisa del cuidado de este recurso en el riego de cada una de las cinco fincas productoras y en la implementación de las diferentes técnicas que permiten la optimización de su uso.
También durante el proceso de elaboración hemos alcanzado su uso más eficiente, cumpliendo con los objetivos propuestos. A fin de realizar un seguimiento riguroso de los procedimientos implementados se mide en nuestras instalaciones la llamada huella hídrica, es decir, el consumo de agua por litro de vino producido, que vamos reduciendo de manera sostenida.
Sabemos que a lo bueno hay que cuidarlo. Aspirar a productos de la máxima calidad exige atención y esmero, en particular sobre aquello que le da origen. Respetamos nuestro entorno y sus recursos, y entendemos que son parte de nuestros tesoros.