Día del chocolate

 

El llamado “alimento de los dioses” -por las civilizaciones Maya y Azteca- es originario del país que hoy conocemos como México.  Al igual que en los vinos, el cacao y luego el chocolate contienen taninos. La mayor pureza tánica se da en los chocolates amargos. En la boca, este alimento se vuelve mantecoso. Aquí, algunas sugerencias de acuerdo entre el milenario Xocoatl  y los vinos que mejor pueden acompañarlo.

Chocolate Amargo – A partir de 70% de cacao una tableta se considera de“chocolate amargo” lo que indica un nivel de pureza superior. Allí se hace presente un ligero amargor y hasta cierta astringencia, lo que invitará a armonizar con un tinto dulce licoroso, con exhaustiva crianza en roble, como Rutini Colección Encabezado de Malbec, que consigue el equilibrio buscado.

Chocolate con Leche – Todo producto lácteo incorporado a otro alimento lo vuelve más suave, sedoso y con livianas texturas grasas. Por eso,  sería adecuado proponer esta variante con vinos tintos dulces, que acrediten un paso moderado en roble como el Trumpeter Reserve Fortificado de Malbec.

Chocolate con Especias (Pimientos) – Aquí, el perfil aromático y de sabor se inclinará hacia la pungencia, es decir aristas picantes, por lo que una combinación adecuada podría venir de la mano de un vino blanco untuoso y que, a la vez, dé frescura al paladar. Rutini Colección Vin Doux Naturel elaborado a partir de uvas Semillón y Verdicchio, sería una buena recomendación. La sobremaduración de las bayas y el tratamiento con Botrytis Cinerea hacen de este vino una experiencia única.

Chocolate Blanco – Los espumosos son grandes aliados para acompañar este postre, habitualmente llamado chocolate, aunque en realidad, no lo es. Esta variante, regala una textura suave y un tenor graso más alto que su homónimo negro, por lo que, a la hora de elegir su match, el acompañante será otro. Rutini Colección Extra Brut o Dominio Extra Brut permitirán compensar la cremosidad y dulzura del chocolate blanco con la sutileza de sus finas burbujas.

Trufa de Chocolate – Este bombón de chocolate fundido, que puede servirse junto al café, tendrá en un alcohol espirituoso su mejor compañero: Rutini Colección Destilado de Orujo de Malbec. Finalizar un menú con un café y una copa de Grapa, es una tradición típicamente italiana, donde se resalta el sabor y la intensidad del café, resultando una combinación exquisita de sabores. Este equilibrio entre dulzura, amargor e intensidad, será un formidable cierre para la experiencia gastronómica.