Principales características del Chardonnay
Cuenta la leyenda que fueron los monjes benedictinos de Tours -en Chablis, Francia- los primeros en plantar viñas de Chardonnay. Y, en esa geografía de la Borgoña, sigue resonando el primer nombre de la uva: Beaunois, aunque hoy en día también se la conoce como Chablis.
¿Cómo apartar los sentidos de esas increíbles notas aromáticas y gustativas? Ahí coinciden la fruta madura del Trópico como banana, durazno y maracuyá, pero también manzana, cítricos, pan tostado y miel. Cuando el vino ha tenido contacto con la madera, comienzan a mostrarse las notas de manteca y vainilla que tan bien le sientan a este varietal.
Trumpeter Chardonnay -que tiene un discreto paso de 6 meses por barrica del 30% del corte- y Trumpeter Reserve Chardonnay – con una crianza de 6 meses- son versiones frescas, ligeras y límpidas de esta cepa. Con el Trumpeter Chardonnay harán un maridaje magnífico todas las recetas que tienen como ingrediente al huevo (omelettes, tortilla de papas, revuelto de Gramajo, huevos fritos, crêpes) mientras que al Trumpeter Reserve Chardonnay lo acompañarán muy bien pescados en todo tipo de cocción y también risotti, entre otras comidas.
Una gran opción es Encuentro Chardonnay con sus 9 meses de paso por barrica de roble francés del 30% del corte. Cautiva con aromas a flores y fruta madura y sorprende con notas a manteca. Será una buena combinación con tarta de verdura, empanadas de pollo y pescados grillados.
Si hay algo que distingue a esta uva es su plasticidad y, de alguna manera, la sintonía perfecta con la crianza en barrica brindando un resultado espléndido especialmente en la temporada más fría del año. Estos días son ideales para disfrutar de un Rutini Colección Chardonnay (9 meses en barrica de roble francés), junto a un soufflé de queso, hojaldres rellenos o pastas con salsa de crema o manteca.
Algo tímido al principio pero luego consistente, cítrico y muy fresco, a partir del segundo sorbo; así se presenta Dominio Chardonnay que tiene un descanso en roble 10 meses del 40% del corte. Los platos sencillos (jamón crudo y espárragos blancos con manteca fundida, charcutería en general, sesos grillados) realzan su perfil gracias a este vino muy bien obtenido.
Siempre será una acertada elección ante las bajas temperaturas, el Apartado Gran Chardonnay (corte de 50 % Chardonnay de Gualtallary y 50% Chardonnay de El Cepillo, que pasó 12 meses en roble francés) por la sofisticación, precisión y artesanía en la elaboración de este producto. Un risotto de vieiras, curry de gallina o queso azul sobre pan de campo, son sabores y texturas que acordarán con este blanco único.