La Celebración de Nuestro Vino

Como cada año, en abril se celebra a la cepa por la que nos reconocen en todo el mundo y gracias a la cual Argentina gana un creciente prestigio de su producción vitivinícola.

Esta variedad de origen francés llegó a nuestro país de la mano de Domingo F. Sarmiento y de manera concreta a través de Michel Pouget, encomendado por el primero para introducir nuevas variedades de vitis vinífera al país e impulsar así la producción de vino. A ellos les debemos una parte importante de nuestra identidad vitivinícola, y en alguna medida, su posterior evolución tanto en los mercados internacionales como en el doméstico.

El 17 de abril de 1853 se presentó en la Legislatura de la Provincia de Mendoza el proyecto de creación de la Quinta Agronómica que dirigiría Pouget. De allí que dicha fecha fuera elegida para conmemorar a la variedad insignia que, con una magnífica adaptación en nuestro suelo, representa al vino argentino en todo el mundo.

Tener una identidad reconocible nos ayuda a diferenciarnos, a ser distinguibles frente a los demás y, de esta forma, generar un vínculo genuino con los consumidores y amantes del vino. El Malbec es un noble embajador de Argentina.  

La distinción del Malbec

En nuestro país hay implantadas unas 46.565 hectáreas con esta variedad, lo que la convierte en la más extendida en nuestro territorio. Esta cifra representa un 24,3% de la superficie total cultivada de vid en Argentina y un 40,8% del total de las variedades tintas de nuestra tierra. 

En términos generales puede decirse que lo que la caracteriza es un profundo color púrpura o morado y aromas que recuerdan a violetas, frutos rojos y ciruelas. Suele tener taninos medios, una acidez fresca y buen cuerpo con una importante presencia de la fruta también en boca.

Como si la argentinidad le fuese connatural, es ideal para combinar con platos típicos de nuestro suelo: desde los más tradicionales cortes de carne y el asado, hasta empanadas y platos de olla como locro y carbonada.

El Malbec en nuestras fincas

Mariano Di Paola, Director de Enología de Rutini Wines, es un gran conocedor del Malbec. De acuerdo a él, las sutilezas se muestran en los diferentes terroirs, se expresan en los granos de manera diferenciada y generan así vinos equilibrados y con impronta propia. 

En Gualtallary, sostiene, la variedad “adquiere aromas especiados a tomillo, orégano y jarilla -un arbusto autóctono de flor amarilla con una fragancia también especiada-”.

En Altamira, si bien “el Malbec es frutado, tiene un toque algo más floral, con presencia de violeta”. Y en La Consulta se dan racimos de bayas chicas y compactas, con buena concentración de aromas y sabores. 

La enorme vocación de nuestro Director de Enología lo ha llevado a estudiar también las diferencias que se dan no solo en las distintas fincas sino también en las variadas localizaciones dentro de cada una, con una mirada minuciosa.

De esta manera, aplicando tecnología que en otro tipo de cultivos se utiliza con el objetivo de lograr mayores rendimientos, se ha investigado a nivel de cada planta, en este caso para realizar una selección con máximo rigor de los frutos de cada una y así lograr un diseño preciocista de nuestros vinos de alta gama

Malbecs para celebrar

Apartado Gran Malbec

Se trata de un blend de Malbecs de diferentes fincas: 40% de Gualtallary, 40% de Altamira y 20% de La Consulta. Tiene una crianza de 18 meses en barricas de roble francés y un potencial de guarda de 15 años.

Su color es rojo intenso con deslumbrantes reflejos violáceos. En nariz es complejo, elegante, con notas florales y frutales muy diversas y un anisado sutil. En boca es un vino de gran concentración y muy largo final. Su amplia frutosidad y potencia se complementan con algunas características del terruño de La Consulta como el regaliz. También tiene notas de cacao y café, dadas por el tostado medio de la barrica. Es muy amable y rico en su tonalidad, es un Gran Malbec.

Colección Rutini Malbec

Con una crianza de 12 meses del 20% del vino en barricas de roble francés nuevas y del 80% en barricas de roble francés de segundo uso y un potencial de guarda de 10 años, este varietal rojo violáceo, con matices azulados tiene en nariz una gran complejidad aromática: notas de ciruelas entremezcladas con especias que recuerdan a vainilla, anís, pimienta negra y un fondo floral que recuerda a la flor de la violeta. En boca, se reafirman los acentos frutados, sus taninos envolventes y sedosos, bien presentes pero amables, que destacan su personalidad y su gran complejidad.

Single Vineyard Gualtallary Malbec

Varietal elaborado en su totalidad con uvas de Gualtallary, tiene un paso de 12 meses por barricas de roble francés (50% del vino por barricas nuevas y 50% de segundo uso) y un potencial de guarda de 15 años. Es púrpura y muy vivaz, con densos reflejos granate. Muy aromático, sorprende por sus intensas notas florales (violeta) y frutadas (cereza, ciruela, arándanos). Es muy voluminoso en el paladar, donde despliega una expresión única tanto de la cepa Malbec como del terruño del cual proviene. Las frutas rojas y las especias (pimienta, vainilla) aparecen realzadas por la crianza en roble, que trae consigo los típicos acentos de cacao amargo y tabaco. En el retrogusto, una fugaz astringencia y la lograda acidez prometen un largo potencial de añejamiento.

Dominio Malbec

Este tinto se elabora con uvas Malbec de la finca de La Consulta. Tiene un paso de 12 meses del 20% del vino por barricas de roble francés nuevas y el restante 80% por iguales barricas de segundo uso, y un potencial de guarda de 10 años. Es rojo granate límpido con reflejos violáceos. En nariz se destacan aromas frutales como la ciruela, florales como la violeta y un toque especiado de regaliz. En boca la tipicidad del varietal se presenta con sabores a fruta negra, jugoso, fresco y con una acidez equilibrada.

Trumpeter Reserve Malbec

Malbec con una crianza del 30% del vino en barricas de roble francés y el 70% en iguales barricas de segundo uso, tiene un potencial de guarda de 5 años. Su color es granate intenso, con reflejos púrpuras. Es un típico y bien logrado ejemplo de la variedad emblemática de la Argentina. Las notas aromáticas florales y frutadas (ciruela, cassis, frutilla) pueden ser fácilmente apreciadas. La armoniosa redondez obtenida se debe, en parte, a los jugosos taninos que le otorgan, además de suavidad, un largo y agradable final de boca.