Vinos Navideños: nuestros recomendados
Asociadas de modo inequívoco a la celebración, sinónimo de glamour y contraseña para el liviano deleite, las burbujas que hacen brillar a un vino hasta convertirlo en pura festividad son un capítulo singular en la historia de la vitivinicultura.
Los espumosos nacieron en Francia en el siglo XVII, presumiblemente gracias al monje Benedictino Dom Pérignon, quien habría descubierto la efervescencia del gas carbónico de manera accidental. Pero, aunque la Iglesia Católica, con su larga cultura vitivinícola tuvo su protagonismo en este origen, también lo denostó al señalar a esta chispeante bebida como asociada al diablo, en una época en la que el placer y el mal se confundían en sinónimos, prohibiendo su elaboración en Francia y bregando por apartar a sus fieles de ella. Luego, pese a esto, se convertiría en el vino que acompañara la coronación de los reyes y a los grandes banquetes de celebración, y se utilizarían envases de vidrio más grueso y tapones que pudieran resistir la presión que pululaba inquieta e impredecible dentro de las botellas.
Así, el método tradicional llegaría hasta nuestros días. También conocido como método Champenoise debido a su origen en la fría región de Champagne, en Francia, los espumantes se dan a partir de un mosto obtenido a través de un prensado suave de la uva a fermentar. Con el agregado de levaduras y azúcares tiene lugar una segunda fermentación, que se lleva a cabo con el vino ya embotellado. El gas carbónico hace su aparición en el interior de las botellas, que luego de un tiempo serán inclinadas boca abajo para que, de esta manera, los sedimentos decanten en el cuello conformando un tapón que se extraerá mediante lo que se conoce como degüelle.
La prolongada crianza sobre lías como consecuencia de la segunda fermentación, es la responsable del cuerpo y de una delicada profundidad de sabor de estos vinos, que presentan atractivos aromas secundarios, como pan tostado, vainilla, brioche y café. El espacio liberado tras la eliminación del tapón se completará con igual vino base utilizado y una cierta cantidad de azúcares de acuerdo a los diferentes estilos. En nuestro portfolio, con sus espumantes en cada línea, se pueden disfrutar los extra brut, brut nature y nature.
Las variedades con las que típicamente se elaboran son Chardonnay, como en el caso de Trumpeter Extra Brut Chardonnay; Pinot Noir, por ejemplo el varietal Encuentro Brut Nature Pinot Noir; y en Francia también a partir de uvas Pinot Meunier.
El corte más habitual es de un 50% Chardonnay y 50% Pinot Noir, como son Colección Rutini Extra Brut, Colección Rutini Brut Nature y Antología LIV (54), elaborado con uvas de Gualtallary y con 54 meses sobre lías, un complejísimo espumante Brut Nature. También encontramos espumosos de método tradicional a partir de nuestro emblemático Malbec, como es Trumpeter Extra Brut Rosé.
Burbujas que asemejan estrellas, chispas que acarician los paladares, lo cierto es que nadie puede imaginar una verdadera celebración sin su mágica y vibrante presencia. Que en estas fiestas suenen nuestras copas con sus delicados destellos.