Recipientes para elaborar vinos, formatos y propiedades

Desde sus orígenes, el tema de los recipientes utilizados para la elaboración, el almacenamiento y el traslado del vino – como el lagar de cuero y las tinajas de barro- ha planteado múltiples cuestiones prácticas con implicancias en los diferentes resultados obtenidos por los productores y enólogos. Es por esto que se trata desde tiempos remotos, de un motivo de dedicación, estudio, aplicación de recursos y conocimientos. Si bien en la actualidad hay una revalorización de la influencia del terroir en el producto final, resulta imposible imaginar la elaboración de un vino sin pensar qué recipientes se utilizarán.  

Materiales de los contenedores

Tal como mencionamos al principio, se trabaja con distintos materiales. En el presente se emplean mayormente el acero inoxidable -que se destaca por ser un material eterno que no se ve afectado por el uso y es fácil de limpiar, lo cual redunda en una reducción del consumo de agua- el cemento -que permite controlar mejor las temperaturas a lo largo del proceso de vinificación – y la madera – que a través de sus diferentes tostados aporta distintas texturas y complejidad aromática al vino.

Las formas de los contenedores 

La forma también tiene incidencia en el proceso, por lo que encontramos diversas variantes, como por ejemplo, el formato cilíndrico, que es el más versátil ya que puede ser adaptado para la vinificación de blancos o tintos;  el tronco-cónico, cuyo diámetro superior es menor al diámetro de la base y se utiliza mayormente en la elaboración de vinos tintos; y el diamante, que es similar al anterior: son dos recipientes tronco-cónicos invertidos unidos por su base y es una innovación propia de Rutini Wines,  diseño de nuestro Director Enológico, Mariano Di Paola. Suele utilizarse para elaborar vinos concentrados, con estructura y de gran potencial de guarda. También se emplea un formato denominado huevo (tanto de concreto como de acero inoxidable), que posibilita una mayor superficie de contacto con las borras. Por último, se destaca el roll fermentor,  otra creación de Mariano Di Paola, que junto al entonces Director de Tonnellerie Vernou, Pascal Conte, se plantearon cómo podría llevarse a cabo la fermentación dentro de la barrica sin que el efecto de la madera estuviese presente de manera agresiva en el vino sino de modo sutilmente equilibrado. Se trata de un barril que gira en un eje central sobre unos rodillos, lo que permite una buena extracción de color y taninos con presencia de oxígeno y madera.

La clave de la elección en cada caso es tener  siempre una idea certera de cuál es el vino que queremos elaborar y, a partir de allí, seleccionar los mejores recursos -en este caso los mejores contenedores- que llevarán al producto deseado. Vinos destacados por su equilibrio, concebidos para ser disfrutados.